Desde chistes, memes, ataques bullies y reflexiones maduras surgen de la pregunta: ¿El tamaño del pene importa?
Las respuestas son diversas dependiendo quien la responda. Muchas mujeres dirán que no, pues son aquellas que prefieren el trato antes, durante y después de la práctica sexual.
Otras dirán que el tamaño es importante, pues son aquellas que prefieren una proporción que les permita lograr satisfacción durante el acto sexual.
Pero, ¿Qué se responden los hombres ante esta interrogante?
Los hombres que comparten la postura que el tamaño no importa, son aquellos que comprenden que el acto sexual es algo más que un entra y sale. Pues, su pareja merece sentirse deseada, por lo que además de demostraciones de afecto se necesita el conocimiento pleno de las zonas erogenas.

Esto sin duda es un reto, pues generalmente el hombre conoce sus puntos erogenos, pero desconoce o le falta interés en conocer los de la mujer. ¡Grave error! Eso es un pase directo a la categoría «mal amante» (pero eso será tema para un artículo a futuro).
Culturalmente se ha considerando el sexo como un placer exclusivo del género masculino. Pero, una práctica sexual es entre dos personas. Por ende, ambos deben lograr su satisfacción mientras logran satisfacer a la otra persona. ¡Hazlo y serás inolvidable!
Pero, el tamaño del pene sí importa para aquellos hombres que por tenerlo pequeño o grande han recibido elogios o sufrido desplantes. Pues, para las mujeres de vagina estrecha un miembro grande en lugar de dar placer solo les genera dolor.
Mientras, aquellos hombres cuyo miembro es pequeño deberán ser creativos y hacer uso de todos los recursos disponibles para dar placer a su pareja. Además del sexo oral y la estimulación con las manos, también pueden auxiliarse con juguetes sexuales.

Muchos hombres pueden tener baja autoestima debido al tamaño de su miembro. Esto se ve fundamentado por encuentros con parejas cuyos gustos no fueron expuestos previamente y la falta de honestidad de estos. Tenerlo pequeño o grande, no es problema.
Mentir sobre el tamaño real del pene a una futura pareja, eso sí lo es. Pues el problema al no aceptar la dimensión del miembro es que no les permite buscar hacer de esa realidad una fortaleza en la intimidad, apostando a la creatividad, movimiento y duración.